Pero... hasta el 10 de Marzo tendremos que esperar a ver si el nuestro resulta entre los 10 mejores, para nosotr@s si!
Aunque... el jurado tiene la palabra
(pincha para más info) |
RECICLADEJO
Había una
vez, en un lugar llamado Recicladejo, un castillo en el que vivía un Rey al que
todos llamaban el Arbolista. Le nombraron Rey de este pueblo porque cuidaba del
medio ambiente mejor que nadie y protegía a la Tierra maravillosamente bien.
A estas tareas, le ayudaba su amigo Calabazón que
era el encargado de regar las plantas y cuidar de los animales, también
reforestaba los bosques y enseñaba a los vecinos de Recicladejo a reciclar,
separar y reutilizar todos aquellos residuos que generaban.
Cada
mañana, cuando Cohetín encendía el horno de la panadería, Calabazón se
despertaba con el humo de la leña y después de desayunar las riquísimas tortitas
que Cohetín le prepara, recogía a los Brigadistas Verdes para que juntos,
vigilaran el pueblo y pudieran mantenerlo limpio. Calabazón sabía separar los
residuos muy bien, había aprendido de su maestro que fue el que todos conocían
como el Arbolista, el Rey Arbolista.
Pero…un
día muy soleado llegaron unos turistas de excursión a Recicladejo y… ¡aaaaahhh!,
no conocían las leyes de Recicladejo y…pisaban las plantas, tiraban al suelo
los zumos, el envoltorio de las magdalenas así como los envases, los
depositaban en el contenedor azul, las cáscaras de plátano en el amarillo, etc.
Los vecinos salieron a la calle para recibirles con gran alegría y emoción,
pues desde hacía mucho tiempo nadie nuevo pasaba por aquel lugar, pero… cuando
vieron todo aquel desastre se pusieron muy tristes ya que todo su esfuerzo no
se estaba respetando. Entre todos los vecinos decidieron contarles cómo se
sentían después de lo sucedido.
Los
turistas quedaron sorprendidos, les dijeron a los vecinos del pueblo que no
tenían ni la más remota idea de que en ese pueblo se cuidaba el medio ambiente de
esa forma y tan bien. El Rey convocó a todos los turistas para darles la
bienvenida y contarles las costumbres y gastronomía así como las leyes de
Recicladejo, éstos aprendieron a separar, reutilizar, reciclar y mantener su
ciudad limpia y cuidada y así entendieron que siguiendo los pasos de los
vecinos de Recicladejo vivirían mejor. Los turistas estaban asombrados y muy agradecidos
por sus enseñanzas.
A la
mañana siguiente era el turno de los turistas, tenían que presentar a los
vecinos de Recicladejo el funcionamiento de su ciudad de origen. Allí en el
contenedor amarillo se depositaba el papel y el cartón, en el azul los
plásticos y los envases y en el morado
la ropa y las zapatillas y en el rosa lo orgánico.
Tanto
los turistas como los vecinos de Recicladejo descubrieron su amor por el medio
ambiente, pero en cada ciudad llevado a cabo de forma diferente. Todos
aprendieron de las ideas de la otra ciudad y modificaron algunas de sus
costumbres. Los vecinos de Recicladejo empezaron a vaciar sus armarios de ropa
y zapatos para depositarlo en un contenedor morado y poder dárselo a aquellos
que lo necesitaran y los turistas dejaron de pisar las plantas y comenzaron a
darle la importancia que estas merecen para que sus jardines y terrazas fueran
tan bonitos como los de Recicladejo y de esta forma pudieran tener y reunirse
alrededor del árbol conocido en toda la comarca, el que tanto les gustó a los
turistas, el que representaba a Recicladejo y estaba presente en todas sus
reuniones y fiestas, el árbol de la amistad, del amor y de la alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario